lunes, 28 de junio de 2010

10 minutos muy locuaces

Veamos un botón de muestra de lo que venimos diciendo en este blog. Desde que Fábregas sustituye a Torres en la segunda parte contra Chile hasta que los dos equipos deciden firmar un armisticio y deponer mutuamente las armas, transcurren 10 minutos de vendaval de juego español. Por fin, el equipo jugaba con 5 centrocampistas otra vez.

En cuanto Bielsa vio el cambio, echó atrás a su equipo. España deshacía la superioridad numérica en el centro del campo que había tenido Chile durante todo el partido. A partir de ahora habría paridad numérica y superioridad técnica. A pesar de que Chile reculó, las ocasiones de gol comenzaron a sucederse... ¡una cada minuto y medio aproximadamente! Todas culminaron en un ¡uy!, pero un ¡uy! real, salvado por la defensa chilena por muy poco, con el que España terminaba la jugada y obligaba a Chile a comenzar desde muy atrás.

Además, con más efectivos cerca de la finalización de la jugada, España añadía una pieza clave de su repertorio: presionaba en enjambre la salida de balón chilena y recuperaba la pelota muy deprisa y cogiendo a Chile a contrapié. La selección española pasó de dominada a dominadora, de agobiada a agobiadora, de viento racheado a vendaval. Los jugadores españoles, supuestamente en mal estado de forma, se esponjaron como una planta recién regada y recobraron un dinamismo y alegría casi inéditos desde la primera parte contra Suiza. Xavi Hernández sonreía por primera vez en mucho tiempo, y con él todo el equipo.

Esos 10 minutos nos dijeron muchas cosas: que a los jugadores no se les ha olvidado jugar al primer toque; que el fútbol combinativo es el antídoto adecuado contra equipos que traten de presionar a España; que 10 minutos de tiquitaca genera más peligro y más profundidad que 60 de fútbol directo; nos recordaron que la mejor defensa es un buen ataque; gritaron alto y claro que a los jugadores españoles no les pesan las piernas, sino los sistemas que no sacan provecho de sus virtudes. Esos 10 minutos nos dijeron a todos, en fin, casi tanto como el repentino entusiasmo de los comentaritas del canal español Tele 5. Nos dijeron a todos que España puede jugar así:



José Antonio Camacho, cuya voz de experto invitado se oye en ese video, es buen tipo: es honesto, directo, buen profesional, y además es amigo de Del Bosque. Con sus familias respectivas, Del Bosque y Camacho pasaron juntos el día libre del que disfrutó la selección después del partido contra Chile. Hombre fiel como pocos, en la retransmisión de un partido a Camacho nunca se le escaparía una crítica hacia su amigo Vicente. Por eso es todavía más interesante lo que dice en ese segmento del partido: Camacho lo ha entendido. Ha entendido que Xavi Hernández ha asumido la dirección y juega liberado sin la presencia de Xabi Alonso, ha entendido que el equipo así crea más ocasiones, que roba mejor y más adelante la pelota, que presiona mejor, que se gusta más y mejora su nivel de energía y su rendimiento. Todo eso lo dice en la retransmisión. Ojalá que durante aquel día libre que pasaron juntos Del Bosque y él hablasen de fútbol.

6 comentarios:

  1. Estupendo análisis, bloguero. La verdad es que fueron unos minutos de muy buen trato de balón, aunque también afecta el que Chile jugara con uno menos y las piernas ya no dieran tanto de sí como al principio, cuando presionaron mucho y con dureza.

    La clave de este cambio no es sólo el juego combinativo, mayor fluidez posicional, triangulaciones. Como usted muy bien señala, es esa presión "en enjambre" la que facilita una rápida recuperación y la desesperación del rival. Ahí ha hilado usted muy fino.

    Si le vi un punto flaco a estos 10 minutos es que tras mover mucho en frente al área chilena la única opción al final parecía reducirse a buscar el pase interior a Villa. Puede achacarse al cansancio, no lo sé, pero sí creo que España se beneficia mucho más con Silva en el campo, porque el canario adelanta en unos cuantos metros, hasta el interior del área, las opciones de combinación del mediocampo y da a sus compañeros otra solución dentro del área. A ver si Del Bosque lo ha hablado con Camacho (¡O lo ha leído en este blog!)

    No me gustaría adelantarme, pero confío que ante Portugal el 4-5-1 con toque será la estrategia dominante, ya que los lusos suelen jugar con tres medios de contención que más que circular desplazarán el balón hacia Ronaldo. Si el enjambre español consigue neutralizar esos balones, aislarán a los delanteros o los obligarán a bajar a recibir en campo propio. Ojalá!

    ResponderEliminar
  2. Don Bloguero, espero se me disculpe por el tono algo faltón empleado en algún post. No volverá a pasar, aunque mi afán era puramente descriptivo.
    Pero es que es verdad que se me llevan los demonios.

    Tengo un amigo bastante más entendido en fútbol que yo, que me va diciendo lo de "menos es más"; es decir, que quizá sea el doble pivote de salida la manera de, ante un atasco, sacar a los jugones en la segunda parte para señalar el camino, como pasó con Cesc por Torres contra Chile.
    Veremos.
    Pero la sensación de que el selecionador tira una moneda al aire cuando no juega con el 4-1-4-1, sistema con el que la superioridad es manifiesta, dando agua al rival, sublevaría a Job.
    En fin, cosas del fútbol.
    Respetemos la altura de este blog, y muchas felicidades de nuevo por este oasis en medio del barullo, los personalismos y los sentimentalismos de baratillo (al final se lo creerá).

    ResponderEliminar
  3. Apreciado "tikitaka" creo (con todos los respetos) que su amigo interpreta mal las señales y que yo creo contrariamente a él que "más es menos". Me explico, creo que salir de inicio con los "bajitos" provoca que sea el rival el que corra detrás del balón que mueve España ("más" gente, "más" movimiento) lo que provoca que el esfuerzo que deben realizar los "endebles geniales" (¿era así "Bloguero"?) sea menor ("menos"), lo que posibilita jugar en las segundas partes (en las que Luis sacaba a Alonso) con algún balón largo a la espalda de una defensa cansada.

    "Panda beer" (y yo creía que mi nick era curioso), de acuerdo en que con Silva en el campo el aislamiento de Villa es menor. Soy de los convencidos en que "el guaje" brilla más si tiene socios que le hacen el trabajo sucio, jugadores que arrastran rivales despejándole el camino, camino que él ve como pocos y que suele aprovechar. Sin estar al 100% (yo creo que anda por el 70%) ha marcado tres goles (y fallado un penalty). España le necesita, pero él necesita "socios".

    ResponderEliminar
  4. No, marinero, quería decir "menos por menos es más", refiriéndose mi amigo a que, dado que Del Bosque renuncia a sacar los cinco centrocampistas de inicio, eso signifique falta de control y pérdida de iniciativa; así, se vería obligado a hacerlos salir avanzado el partido.
    Si le solucionan la papeleta, ya no habría excusa para no salir de inicio, ante la mejora evidente de juego.
    En fin, voluntarismo optimista.
    Sigo creyendo muy difícil que una selección pueda ganar A PESAR del entrenador.
    Y ojalá esté equivocado, por supuesto.

    ResponderEliminar
  5. Maestro bloguero, no da usted señales de vida después del pase a cuartos.
    Mi opinión es que la vuelta a los orígenes dio resultado.
    No sé hasta qué punto pudo haber autogestión en el vestuario, pero dio la impresión que había una consigna clara de toque corto y posesión, y se notó en los que habitualmente habían tirado de pase largo, como Alonso o Piqué.
    Hubo una disposición táctica algo diferente, pues partiendo de un teórico 4-4-2, Villa partía retrasado y con una clara orden de hacer circular el balón, que no le hizo participar en la primera parte en ataque fuera de los primeros minutos.
    La selección fue diferente, con un Portugal que renunció a dar la batalla en el centro del campo, y facilitó el tiquitaca.
    Xavi tocó mucho más balón que en los partidos anteriores, y el guión previsto, de maduración del partido, se cumplió.
    Para cuando marcó España, Portugal llevaba 60 minutos sin la pelota, y se le vio cansada física y psicológicamente.
    Parece, por tanto, que se puede jugar al tiquitaca con el doble pivote, y aunque los últimos 25 minutos de la primera parte fueron de ligero dominio portugués, la receta española funcionó, con más control y ocasiones.
    Mejor concepto de juego y resultado favorable, con muy pocos sustos.
    Dudas: mantener a Torres en defensas cerradas sin espacio para correr, como se espera de Paraguay.
    Lo de Marchena no lo entendí: si marcaba Portugal, perdíamos superioridad en el centro del campo con toda una prórroga por delante.
    No cambiar o hacerlo por Javi Martínez hubiera sido, quizá, más acertado.
    Del Bosque obtiene un crédito que los hechos le habían disminuido.
    Sigo pensando que Cesc y Silva en el banquillo son un desperdicio, pero ojalá tenga razón eel entrenador.

    ResponderEliminar
  6. Qué menos en un día sin fútbol como este que esperar con fruición leer el análisis del bloguero...

    No creo que fuera una apuesta repentina de Del Bosque, más bien un partido muy bien planteado y unos futbolistas más motivados. De hecho, salimos con los mismos que ante Chile.

    Como ya se ha comentado, la España del tiqui-taca tiene dos caras, la visible y la invisible. Esa cara invisible, la de los posicionamientos, coberturas, presión a la salida del balón, desdobles... fue excepcional. Portugal sólo se acercó con peligro con balones lejanos (y gracias a un par de acciones inseguras de Casillas), luego nada más que centros fallidos, pases interceptados, fueras de juego, aislamiento capital de Ronaldo. Claro, todo eso lleva a recuperar rápido y tener el balón casi siempre en campo contrario. Para mi fue la clave de la mejora en el juego, y luego la salida de Llorente, claro.

    Tikitaka, es verdad que lo de Marchena pareció un poco "italiano" pero comprensible, quedaban dos minutos y Portugal ya no tenía centro del campo. Comparto contigo las dudas sobre Torres, pero creo que sería importante que fuese titular ante Paraguay, igual que Cesc y Silva. Vendría muy bien recuperar su mejor versión, y para ello sólo hacen falta minutos sobre el tapete.

    ResponderEliminar