sábado, 26 de junio de 2010

El estilo es estrategia, la estrategia es el estilo

Hace ya algún tiempo recuerdo que Del Bosque, defendiéndose de la crítica de Alfredo Relaño de estar alejándose del estilo que hizo a España campeona de Europa, dijo en una tertulia en El Larguero: "Claro, como a Alfredo no le gustan los extremos..." Esa noche me costó conciliar el sueño. ¡Del Bosque no lo entendía!

Naturalmente, a Relaño, como a quien esto escribe y a quienes defendemos el fútbol combinativo para la selección actual, le gustan los extremos. Esa no es la cuestión. El debate sobre el estilo de la selección española no es sobre todo estético, sino principalmente práctico. La cuestión es encontrar el estilo que encaje mejor con los jugadores de más talento de España en estos momentos, el estilo que saque el máximo rendimiento de la plantilla actual.

Muchos pensábamos que ese estilo, para la generación de jugadores de talento que tiene España ahora mismo, se había encontrado durante la Eurocopa de 2008. Del Bosque no piensa lo mismo. Él prefiere plantear cada partido según el rival, de un modo radicalmente distinto en cada ocasión si lo considera necesario.

Hasta ahora, ha jugado tres partidos del mundial con cinco estilos distintos (corríjanme si me dejo alguno):

1) el fútbol combinativo pero poco profundo (por jugar con dos pivotes en el centro del campo en vez de uno) de la primera parte contra Suiza;
2) el fútbol de dos extremos y pases al área de la segunda media hora contra Suiza, con Navas por un lado y Pedro por otro, los dos muy abiertos;
3) el fútbol de apertura a la banda desde la defensa y centro al área o jugada de desborde y tiro, con un dibujo asimétrico de un solo extremo (Navas) y un punta abierto (Villa), del partido contra Honduras;
4) el fútbol de despeje en largo buscando la espalda de la defensa, sin elaboración en el centro del campo, de la primera parte contra Chile;
5) el fútbol combinativo con cinco centrocampistas del rato que salió Fábregas, hasta la sustitución de Xabi Alonso (luego el partido se congeló).

De todas esas posibilidades, hay unanimidad (incluido Del Bosque) en que España jugó mejor en las fases 1 y 5, es decir, cuando tuvo en el campo a cinco centrocampistas y movió el balón con agilidad. Cuando España abandonó ese estilo, sufrió.

No es casual. El fútbol combinativo saca el máximo partido de las virtudes de esta España y esconde sus defectos. Por eso cuando se aparta del tiquitaca, España sufre: sus defectos se tornan mucho más visibles, el equipo se vuelve menos peligroso en ataque y más vulnerable en defensa.

España no tiene físico para plantear partidos de mucha carrera. A los españoles les conviene que el balón corra más que ellos. Les conviene que el rival se desgaste, tanto física como anímicamente, persiguiéndolo.

Contra Honduras, Del Bosque planteó un partido a la carrera. A muchos aficionados y periodistas eso les "gustó" estéticamente. Vértigo, ¡qué divertido! Para el minuto 60 España estaba irremediablemente partida en dos: los defensas muy atrás, los delanteros muy adelante, un enorme espacio en medio que el rival no aprovechó y todos con la lengua fuera. A Del Bosque eso no le gustó. Dijo que un rival mejor habría sacado partido de tantos espacios, y aclaró su solución: "Habrá que aplicarse más para que no vuelva a ocurrir". ¡Cómo si dependiera sólo de aplicarse! Si el entrenador plantea un partido abierto con una plantilla poco dotada físicamente, no puede esperar otra cosa que el agotamiento en la segunda parte, por mucho que se apliquen sus jugadores. Algunos periodistas españoles están haciendo mucho hincapié en que el equipo no está bien físicamente. Con planteamientos estratégicos de tanto desgaste, nunca lo estará. Jugar así no le va bien. La posesión, el control del partido y de su ritmo, es la mejor herramienta para un equipo de enclenques brillantes. ¡Benditos enclenques! No se trata de una cuestión estética.

En ataque, el juego combinativo de pase rápido e intercambio de posiciones es el más difícil de defender. Para penetrar en defensas cerradas, como la de Suiza, tiene muchas más probabilidades de éxito que los balonazos a la olla. También es el mejor instrumento para superar defensas adelantadas presionantes, como la de Chile, mucho mejor que el balonazo largo y el juego directo. Mientras se intenta romper la barrera defensiva, el juego combinativo saca a los rivales muchas tarjetas y faltas peligrosas, algún penalti...

Por último, en el plano anímico, a esta España le gusta gustarse. Se diría que cuando juegan al tiquitaca mejoran físicamente. Les da un subidón de autoestima, y la autoestima obra milagros en las piernas cansadas.

5 comentarios:

  1. Estupendo análisis, como cada vez que deja un post.
    Felicidades.
    La frase exacta es ésa: "Del Bosque no lo entiende".
    Los hechos lo demuestran, pues ocnvirtió una anécdota- que Suiza metiera un gol en la única ocasión que tuvo contra el tiquitaca- en categoría, pasando al juego directo, y diluyendo la aplastante superioridad en control, posesión y combinación de España, que es su punto fuerte.
    Haciendo experimentos en pleno mundial, que además no sirvieron en ese partido, y que nos han metido en una fase de indefinición.
    En España hay siempre una desconfianza ante todo producto intelectual elaborado y sutil, de resultados no inmediatos.
    Es más rentable mediáticamente la "furia", los últimos minutos de infarto, los "uys" y "ays", el correcalles y las emociones primitivas.
    El método científico no es para el público español, que quiere emociones, efervescencia e incertidumbre.
    En este sentido, el tiquitaca convierte el fútbol en una aplicación casi matemática de superioridad y control, que deja al contrario inerme, sin balón ni ocasiones.
    Una previsibilidad poco esotérica y telúrica; algo poco "español", en suma, por "aburrido" en cuanto que previsible.
    Mi sueño, desde siempre, había sido este escenario: España marca un gol mediada la primera parte en la final de una gran competición, y mantiene su portería a cero sin que le hagan ocasiones durante 60 ó 70 minutos.
    Como los grandes.
    Este sueño se cumplió en la final de la Eurocopa 2008, donde Alemania no rascó bola.
    De hecho, el partido acabó con un baile infinito de posesión en el campo alemán.
    ¿Qué ha podido cambiar de Austria a aquí, en dos años?
    La falta de confianza en el sistema, por falta de vision a largo plazo, y la responsabilidad de dejar a España sin patrón de juego, a merced de sus jugadores.
    En definitiva, convertir la categoría- ganar la Euro con un sistema adaptado al jugador español, con vocación de continuidad- en anécdota, dejando el sistema a la primera oportunidad.
    A día de hoy, no sabemos a qué jugará España contra Portugal.
    Pero ojalá vuelva el "aburrimiento".

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  2. ¡Amén!, "tiki taka" y "Bloguero" no se me ocurre qué añadir a tan "cristalinas" exposiciones. Gracias por las aportaciones. Por cierto... ¿no hay manera de que esto llegue a quien tiene que llegar?

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  3. A estas alturas, también se observa que el sistema prueba-error no hace la menor mella en Del Bosque.
    El cambio de Navas contra Suiza fue letal, pero nada pareció concluir de ello.
    La segunda parte contra Honduras le pareció penosa a él mismo, pero no saca consecuencias ninguna y repite equipo contra Chile, salvo el cambio de Iniesta por Navas.
    Lo contrario, claro, hubiera clamado al cielo.
    A estas alturas, Del Bosque lo que transmite es que no sabe más, y que es un miedoso.
    Pone un doble pivote para controlar el partido, pero el partido se le descontrola y no toma nota.
    Todo aficionado consciente sabe que Del Bosque no sabe lo suficiente, e incluso cuando acierta, no sabe porqué ha acertado.
    Su responsabilidad histórica será no consolidar y triunfar con un sistema único y propio español, el famoso tikitaka, la vuelta al paleofútbol, y tirar a la basura un mundial casi teledirigido a favor de España.
    Como es humilde y tiene maneras de bonachón, pues a dejarlo tranquilo, no sea que se deprima el pobrecito.
    El país no da para más.
    Seguro que la culpa la tiene Luis, el malo que nos hizo ganar la Eurocopa y nos dio la llave del triunfo y del futuro.
    Debatir en España es siempre personalizar, y por ahí se van gran parte de las energías del país, que quizá no se vea en otra como ésta.
    España, como en tantas otras cosas, desolación de la quimera.
    La responsabilidad de la federación es también enorme, por no comprender que ésta es la oportunidad de España, como la que tuvo en 1934, de marcar el paso, con la diferencia que depende de ella sola y no de los despachos.
    Bienaventurados los que no van más allá, porque de ellos es el limbo, que es donde mejor se está.

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  4. Marinero, quién sabe a quién llega esto... Aunque de momento son ustedes pocos, pero buenos, los que se animan a participar, el blog supera ya el centenar de visitas diarias. Ya sabe usted que según el sociólogo Duncan Watts los habitantes del planeta estamos separados por 6 grados de conocidos... La selección tiene internet en la concentración y mucho aburrimiento que matar. Quién sabe.

    Tikitaka, no hay que perder la esperanza. Al fin y al cabo, Del Bosque es más sensible a la opinión de los medios de comunicación que Clemente, Camacho o Luis. Y también creo que escucharía a sus propios futbolistas. Puede que esas dudas suyas comiencen a disiparse ante los experimentos fallidos y el clamor popular. Quién sabe. En cualquier caso, por mucho que nos lleven los demonios porque tememos que como usted dice se nos vaya una oportunidad histórica sin haberlo siquiera intentado del modo que nos parece a la mayoría con más probabilidades de éxito, creo que debemos hacer un esfuerzo por mantener la calma y discrepar de sus decisiones con firmeza, pero tratando siempre de no ofender a la persona.

    Un saludo,

    Bloguero

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  5. Vamos "tikitaka" no seas tan pesimista, hombre, que a lo mejor le dan a Del Bosque unas fiebres sudaficanas y ve "la luz". Yo, por si acaso no, voy a "soñar más fuerte" que los portugueses esta noche.

    Otra cosa que quería comentar, y aprovecho este espacio para ellos es que empiezo a leer y a escuchar mensajes en la prensa "deportiva" nacional que espero no sean "poner la venda antes de la herida". Quiero decir que se empieza a hablar demasiado del papel de los árbitros en el Mundial, quiero creer que no como excusa para que mañana podamos leer: "España se elimina porque el arbitro no ve un claro penalty de Pepe a Villa" o "Gol anulado a Torres por un fuera de juego inexistente deja a España con la miel en los labios".

    Ayer pude ver enteritos los dos partidos de "la polémica". Creo que ambos el equipo ganador lo habría sido en cualquier caso. Es posible que el resultado del Inglaterra-Alemania no hubiera sido tan abultado, pero con la defensa y el portero de Inglaterra y la potencia y buen juego (a ratos) de los alemanes el vencedor habría sido el mismo. En el otro partido, vi un México lento, parsimonioso y con muy pocas ideas ante una Argentina rácana, que espera atrás todo el partido a que su más que eficaz delantera "despierte". Cuatro tiros a puerta les bastaron para marcar tres goles. Y sin Agüero, ni Militio, ni Palermo en el campo.

    Estoy deseando equivocarme, ello significará que España ni necesitó ni sufrió los errores arbitrales y que estará en Cuartos de Final. Veremos.

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