lunes, 21 de junio de 2010

Honduras 0 - España 2

Empieza el partido y España saca de centro: patadón que vuela treinta metros hasta el borde del área rival, para que Torres trate de prolongarla de cabeza sin éxito. Toda una declaración de intenciones. En este partido no va a haber pases cortos y juego combinativo. Olvídense del tiquitaca. Va a haber juego directo. Hoy España va a ser el Liverpool, el Celtic de Glasgow, Irlanda del Norte.

Había anunciado Del Bosque que no daría bandazos y dio el mayor bandazo desde que es seleccionador. Hasta donde yo recuerdo, España nunca había jugado así con Del Bosque, con un dibujo asimétrico con un solo extremo puro por el lado derecho (Navas) y un falso extremo con desborde y gol (Villa) por el izquierdo.

Así jugaba el Real Madrid al que entrenó Del Bosque, ¡qué casualidad! ¡con un dibujo asimétrico!, por la banda derecha Figo, un extremo puro, y por la izquierda Zidane, un falso extremo con desborde y gol. La cabra tira al monte, y en cuanto le ha entrado miedo y ha llegado la hora de la verdad, Del Bosque ha abandonado el trabajo de tres años y tres seleccionadores y ha tirado hacia un monte en el que se siente cómodo, emocionalmente seguro porque le dio en el pasado buenos resultados... con otros jugadores.

Del Bosque puso a prueba semejante experimento inédito en pleno Mundial, no en un amistoso. Bueno, no exactamente. En agosto de 2008, en su primera convocatoria, a un mes de ganada la Eurocopa, lo probó por el otro extremo, tirando de asimetría con Diego Capel por la izquierda. Pero la Eurocopa estaba más cerca, demasiado cerca, y la prensa no se lo consintió. El cambio de estilo le resultó demasiado evidente a todo el mundo, demasiado llamativo. Ante las críticas unánimes, no volvió a llamar a Capel. A dos años de la Eurocopa, ¿quién se acuerda ya de aquello? Ahora es más fácil hacerlo pasar por un pequeño detalle que no cambia nada... cuando en realidad lo cambia todo.

Sea como fuere, se acabó el tiquitaca. Juego directo y por las bandas. Bandazo va, bandazo viene. La estrategia estaba clara: Xabi Alonso o Piqué, sí, Piqué, debían cruzar balones diagonales de 30 metros a los extremos, a Villa o Navas, para que ellos rompiesen por velocidad o habilidad y sacasen un centro o un tiro. Así llegó el primer gol. Pase diagonal de Piqué al extremo en el que está Villa, que se juega un uno contra dos, desborda por habilidad y marca. ´

Navas, por su parte, ofreció otro recital de pases baldíos a la olla sin que los tocase ningún español. Esta vez fueron 12 centros inofensivos al área rival, sólo dos de ellos rasos, todos a algún rival o a nadie. ¡Uy! Gritaba el comentarista de Tele 5. ¡Magnífico partido de Navas!, añadía a cada melonazo lanzado desde el extremo. Además de 12 centros a nadie, aportó cinco intentos tapados por su marcador, de lo cuales sólo dos acabaron en saque de esquina. A esa calamidad hay que sumarle dos centros malos de Sergio Ramos. Descontadas las que acabaron en córner, se fueron 15 jugadas por el desagüe de la banda derecha. Una hemorragia.

El convidado de piedra de ese despropósito fue Xavi Hernández, más solo que la una, sin socios con los que tirar paredes o triangular, viendo volar balones a los extremos por encima de su prescindible cabeza. Hoy Xavi no organizó al equipo, no distribuyó, no marcó el ritmo del juego, no dio pases de gol. Hoy no pintaba nada, ninguneado por un dibujo que le atribuía un papel menor, secundario, al mejor centrocampista del mundo. Quizá por eso Del Bosque lo sustituyó.

Al ver aparecer a Cesc junto al cuarto árbitro confieso haberme frotado los ojos. Por un momento pensé que Del Bosque lo había entendido: Honduras dejaba muchos huecos y España incurría en demasiadas imprecisiones tratando de llegar tan deprisa. Por un momento pensé que Navas sería el sustituido, y que por fin Xavi tendría dos socios, Cesc y Mata, con los que tocar y tocar ante una Honduras agotada y desordenada, para que entre todos dejasen a Villa solo ante el portero una y otra vez. La ilusión duró lo que tardó el realizador en enfocar a un Xavi cabizbajo, que se retiraba con la tristeza de las despedidas: adiós al tiquitaca, adiós a la campeona de Europa. La España previsible y ramplona de toda la vida, la España que no sabe a qué juega, si al toque o a la garra, a la clase o a la Furia, ha vuelto. Que tenga mucha suerte. Con ese dibujo y ese estilo de juego, va a necesitarla.

1 comentario:

  1. El partido de ayer fue un auténtico despropósito, se mire por donde se mire. Tras el partido ante Suiza, Del Bosque dijo que "España seguiría jugando igual" ¡¡Qué mentira más gorda!! O a medias, porque es verdad que España jugó igual, pero igual de mal que lo hacía con Miguel Muñoz, Clemente o Camacho: mucho balón directo a la banda, sin apenas transición y desde ahí "a la olla". ¿Dónde estuvo el tiki-taka que nos dio una Eurocopa y deslumbró al mundo? ¿Dónde las asociaciones en el centro del campo? ¿Dónde estuvieron los "bajitos" para hacernos ganar y a la vez disfrutar? ¿DÓNDE?

    Y me surge otra pregunta:
    ¡¡¿DEL BOSQUEEEEEE, QUE NARICES ESTÁS HACIENDOOOOOOO?!!

    Veremos qué pasa de aquí en adelante, pero igual que tenía claro después del "accidente" contra Suiza que España acabaría ganando el Mundial, ahora tengo muchas, pero muchas dudas.

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