lunes, 5 de julio de 2010

Alemania - España, Reflexiones previas

Salvo sorpresa de última hora, Alemania repetirá la estrategia que utilizó contra Argentina, la misma que usaron Chile y Paraguay contra España. En posiciones de defensa, planteará un 4-5-1 con el que buscará la superioridad numérica sobre los españoles en el centro del campo. El entrenador de Alemania, Joachim Löw, cuando su equipo defiende, deja a Ozil arriba y mete en el centro del campo a formar parte de la jauría de cinco lobos al incansable y agresivo Klose. Luego, al desplegar el contraataque, Ozil cae a una banda y Klose entra por el centro.

Los contraataques los arman así: cinco jugadores alemanes pueblan el centro del campo con una presión muy agresiva, y cuando roban el balón buscan a un jugador de espaldas a la portería, normalmente Ozil, que desgarga al primer toque hacia sus compañeros que vienen de frente o hacia un extremo; quien recibe debe pasar también al primer toque hacia adelante, normalmente a un hueco vacío por el que avanza alguno de los alemanes que se despliegan y quien recibe centra o hace lo posible por finalizar la jugada, aunque sea con un tiro lejano. En tres o cuatro pases terminan sus jugadas de gol.

La estrategia más eficaz para neutralizar el contraataque alemán es una al alcance de la selección española y de muy pocas selecciones más en el mundo. Contra lo que podría pensarse, no se trata de acumular más defensas, ni de poner defensas más rápidos, ni de no abrirse demasiado o de atacar con mucho cuidado y mucho miedo. No se trata de ponerse más calcetines, sino un sombrero (vease la entrada anterior de este blog). El antídoto más eficas es, en efecto, no perder nunca el balón, sobre todo en el centro del campo, y terminar las jugadas, para que Alemania tenga que sacar de puerta o de centro y España pueda volver a colocarse. La idea es muy sencilla: si Alemania no roba balones, no puede contraatacar.

Ya habrán adivinado los lectores habituales de este blog cómo conseguir el objetivo de no perder nunca balones en zonas peligrosas. En efecto, jugando con cinco centrocampistas que pongan la paridad numérica en el centro del campo y aprovechen su superioridad técnica para burlar la presión alemana. (La otra solución, naturalmente, sería marcar primero, pero desgraciadamente eso no es controlable de antemano.)

España debe presionar a los defensas alemanes la salida del balón. En especial el lateral izquierdo, Boateng, tiene muchos problemas para sacar el balón jugado bajo presión. La pierde con frecuencia y propicia jugadas a contrapié a poco que se le apriete.

Esta Alemania juega a ráfagas. Los quince primeros minutos contra Argentina fueron un huracán alemán, pero en el resto de la primera parte Alemania se desinfló ofensivamente. El primer tiempo terminó 1-0. Alemania volvió a tener unos minutos mágicos en la segunda parte en los que hizo dos goles, en el minuto 68 y en el 74, y volvió a desaparecer hasta el último contraataque, en el minuto 88. Eso sí, nunca dejó de aplicarse en defensa y en la presión.

Si España desplegase el juego de pase y control constante del partido del que es capaz, si consiguiese hipnotizar a Alemania con el tiquitaca, minimizaría esas ráfagas de euforia que tanto fruto le han dado hasta ahora a la selección centroeuropea. En cambio, si España vuelve a jugar una vez más en inferioridad numérica en el centro del campo contra equipos presionantes, el riesgo de que Alemania robe un balón y marque primero será muy alto.

Y Del Bosque ¿que pensará de todo esto? ¿Se lo preguntará algún periodista sagaz antes de que haya decidido la alineación y la estrategia del partido?

2 comentarios:

  1. Bloguero, voy a reenviar este post a "vicentedelbosque@españa.es" antes de que sea demasiado tarde!

    Dicen que Cesc está tocado, ¿A quién veis como 5º centrocampista? Probablemente a Silva, ¿no?

    El juego de nuestros laterales también puede resultar crucial en el partido. Los de Alemania, Lahm por la derecha y Boateng/Jansen por la izquierda, no son tan ofensivos como Sergio Ramos y Capdevila. Es importante que Del Bosque no ponga a Arbeloa por Capdevila, como sugieren por ahi, porque el del Villarreal hace más fluido el juego y, si tiene un buen día, ataca, desdobla y posibilita un apoyo más en el mediocampo. Creo que tanto Ramos como él, si hacen lo que deben y se coordinan bien, serán una baza importante contra Alemania.

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  2. Ja, ja, Panda beer, ¡ya estás tardando! Aunque este blog lo están leyendo desde Fiji hasta Alemania, según me dice mi contador de entradas, todavía no hay ninguna entrada desde Sudáfrica.

    Sí, yo pondría a Silva y sentaría a Torres de inicio (aunque no descartaría sacarlo en la segunda parte si España fuese por delante y viese a Alemania cansada), y desde luego a Capdevila. En cambio, no veo a los laterales españoles subiendo mucho. Podolski y Ozil estarán deseando que Ramos suba, porque le cuesta volver y le pueden ganar la espalda con facilidad. Por cierto, aunque Boateng es bastante paquete, Lahm sí que sube, y con mucho peligro.

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